ORGULLO
Que tonto fuiste nunca entendiste que era su andar el que me daba seguridad para arrancar mis propios pasos. Que poco importaba el metal...
Si queres contribuir con la existencia de este blog y de este ser místico podes hacerlo haciendo click acá. Así me ayudas a seguir editando libros de forma autogestiva e independiente :)